Inflación y divisas en Latinoamérica: efecto en tu bolsillo

La inflación volvió a exhibir un panorama fragmentado en la región durante marzo, con repuntes en las mayores economías y retrocesos en otras, mientras los tipos de cambio oscilan al compás de la política monetaria estadounidense y de los ajustes internos. El resultado es un impacto desigual sobre el bolsillo de los hogares latinoamericanos —desde el desplome del salario real argentino hasta los tímidos avances de México y Brasil— que obligará a los gobiernos a afinar su mezcla de subsidios, alzas salariales y recortes impositivos.

Argentina: shock inflacionario y peso en caída libre
El índice de precios minoristas saltó 3,7 % en marzo y acumuló 55,9 % interanual, pese al esfuerzo del presidente Javier Milei por moderar la inercia inflacionaria.​ Al mismo tiempo, el peso volvió a depreciarse esta semana y ronda $ 1.138 por dólar en el mercado oficial paralelo, con picos de $ 1.201 el 14 de abril.​ Ese combo de precios altos y moneda débil recortó más de 15 % el salario real desde la asunción del nuevo gobierno, según estimaciones del Centro CIFRA y el propio INDEC, que ya muestra estancamiento de las remuneraciones privadas a comienzos de año.​

Brasil: inflación incómoda y alivio fiscal al sueldo mínimo
La inflación IPCA escaló a 5,26 % anual en marzo, superando la meta de 4,5 % del Banco Central, que mantiene la tasa Selic en 14,25 %.​Aun así, el real se sostiene en torno a R$ 5,81 por dólar, favorecido por términos de intercambio y flujo de capitales hacia bonos locales. Para amortiguar la pérdida de poder de compra, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva firmó un decreto que eleva el umbral de exención del impuesto a la renta hasta dos salarios mínimos (3.036 reales) y prometió un nuevo salto del mínimo a 5.000 reales en 2026.​

México: inflación contenida y peso resiliente
La tasa anual se ubicó en 3,8 %, la más alta del año pero dentro del rango objetivo de Banxico.​ El peso se aferra a niveles cercanos a 19,70 MXN por dólar y suma una apreciación de 1,8 % en 2025, pese a las tensiones arancelarias con EE. UU.​ 

El Gobierno de Claudia Sheinbaum arrancó enero con un alza de 12 % en el salario mínimo hasta $ 278,8 diarios (8.364 mensuales), neutralizando, de momento, la erosión inflacionaria en los segmentos de bajos ingresos.​

Andinos: contrastes entre Chile, Colombia y Perú
En Chile, la inflación subió a 4,9 % anual en marzo y el peso chileno se negocia cerca de $ 947 por dólar, reflejando el fin del ciclo agresivo de recortes de tasas.​

Colombia, por su parte, vio descender su IPC a 5,09 %; sin embargo, el peso cotiza a 4.310 COP, casi 11 % más débil que hace un año.​

El caso más benigno es Perú: la inflación se desinfló a 1,28 %, mínimo de siete años, gracias al abaratamiento de alimentos y combustibles, con un sol que ha mostrado poca volatilidad.​

Poder adquisitivo bajo presión
La foto general revela que, salvo en Perú y en menor medida México, los salarios reales siguen rezagados frente a los precios. Los gobiernos responden con parches: Argentina renegocia con el FMI, Brasil expande sus exenciones y México capitaliza la fortaleza cambiaria. Sin una moderación clara de la inflación—o una aceleración del crecimiento salarial—el consumo masivo podría frenarse en el segundo trimestre, comprometiendo la recuperación pospandemia.

Fuentes: Trading Economics, Siigo, Reuters

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